martes, 25 de diciembre de 2012

Soundgarden - King animal (2012)

Cualquiera podía pensar que a estas alturas lo más normal es que Soundgarden, tras volver a reunirse después de tantos años (¡desde el 97!), sacara un disco más convencional y sin tomar riesgos, pues la expectación ya la tenía asegurada. Los pude ver en directo el verano pasado en el Sonisphere y como no tocaron canciones del nuevo disco me parecieron bien pero no me daba la impresión de que fuesen a llegar a las cotas de sus inicios, sobre todo porque la voz de Cornell ya no es de lejos lo que era, está muy ahogado.

Sin embargo, tras escuchar "King animal" unas cuantas veces he comprobado que esto no es así. El disco no me parece nada convencional sino bastante en la onda de la banda que eran en su momento, y no parece que hayan pasado todos estos años por ellos. Cornell maneja la voz con destreza para que no parezca forzada ni ahogada, y la verdad es que es efectivo. El album es cañero, esas guitarras que tenía ya casi olvidadas..., y no es lo que se suele decir muy radio-friendly, no es muy melódico, pero sí muy metalero y con el toque oscuro que siempre ha tenido esta banda. De hecho, me recuerda más a Badmotorfinger que a sus posteriores discos, cuando ya eran más conocidos mundialmente. No hay más que empezar por el primer tema, "Been away too long", o "By crooked steps". Pero en general, hay un poco de todo, también hay reminiscencias de discos posteriores, como "A thousand days before" del penúltimo disco "Down on the upside". Incluso de Chris Cornell como crooner en solitario ("Halfway there"). Geniales "Non-state actor", "Bones of birds", "Blood on the valley floor", la sorprendente "Rowing". Y acertadamente han dejado fuera la canción hecha para la BSO de "Los Vengadores", "Live to Rise", que no tenía mucho que ver con el disco y era de un tono mucho más melódico y ligero. En general, no me parece un disco de los de primera escucha, sino para seguir explorandolo poco a poco. Con lo que ha tardado en volver a haber un nuevo disco de los de Seattle, bien lo merece.




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