domingo, 28 de julio de 2013

Un amigo para Frank (Robot & Frank, 2012)


El otro día vi esta deliciosa película, que me llamó muchísimo la atención desde que vi el tráiler. Frank (Frank Langella, excelente papel) es un hombre mayor en un futuro cercano y con una tecnología más avanzada, que vive solo y de forma descuidada, y preocupa a sus dos hijos, Hunter (James Marsden, que ya coincidió con Langella en “The box”) y la guapa Madison (Liv Tyler), que quieren lo mejor para él pero no pueden o no quieren dedicarle el tiempo que necesitaría. Hunter decide que un robot asistente puede ser la solución para cuidar de su padre, pero Frank, que tiene sus propias cosas en qué pensar, lo ve como una auténtica molestia y rayando en la falta de respeto.

Este planteamiento dramático gira hacia su genial planteamiento cuando descubrimos que Frank fue un ladrón profesional y que ahora en su vejez sigue teniendo necesidades cleptómanas e incluso aspira a realizar un atraco profesional en una biblioteca. Para ello, llegará a entenderse con el robot, al que al principio no tolera, para convertirlo en su secuaz y ayudante en el robo.
 

El film derrocha sensibilidad, centrada en la relación entre Frank y el robot. A Frank le sirven sus planes para tener un objetivo, una distracción, algo que lo mantenga concentrado y enfocando su mente en una tarea. La diferencia entre vivir vegetando o poder llegar a ser feliz, lo que queremos todos. El robot “entiende” esta situación y lo acompañará incluso a través de la ilegalidad en escenas muy divertidas. Este se limita a aplicar la lógica necesaria para el mayor bienestar de Frank, y Frank tiene incluso que convencerlo de que el plan para el atraco está bien diseñado, pero ello le hace esforzarse aún más.

La relación de rechazo ante el robot y lo que representa –una vía de escape de sus hijos para poder desentenderse de él de una manera aceptable—, se irá convirtiendo en una amistad hasta el último extremo. No cuento más porque es interesante hasta el final.

Buscando un amigo para el fin del mundo (2012)


Comedia apocalíptica, nada menos. Con Steve Carrell como protagonista en el papel de Dodge, un tipo de mediana edad viviendo el fracaso de su vida en su máximo esplendor. Esto queda patente en una escena inicial impagable en la que Dodge escucha por la radio del coche que el meteorito que amenazaba la Tierra no podrá ser detenido por la última y desesperada misión de defensa, que acaba de fracasar, a la vez que su mujer lo abandona para los pocos días que quedan de vida en el planeta.

Tras esta introducción, la película presenta una sociedad al borde del apocalipsis, siendo todos conscientes de ello, y entrando cada vez más en el caos inevitable. Pero sin embargo, no es una película demasiado dura en ese sentido siendo, tengamos claro que es una comedia melancólica, sino que presenta escenas en la que los amigos se despiden unos de otros en fiestas desinhibidas o celebraciones entre desconocidos con de aceptación, de solidaridad y de humanidad impropios de este tipo de temáticas. Y aun así, levanta el ánimo de la película. Eso, y la historia entre Dodge y su vecina Penny (Keira Knightley, qué rápido habla esta chica!!!).

Dodge la conoce cuando ya había abandonado la esperanza de que la vida significase algo para él, su mujer habiéndolo dejado recientemente, su padre habiéndolo abandonado de pequeño, y siendo esa clase de personas cuya cara fácilmente olvidamos por no destacar en nada y no tener la impronta de los que saben dejar huella solo con decir unas pocas palabras. Penny, además, solía recibir cartas de Dodge, que nunca recordó devolverle, entre ellas la de la antigua novia de este, que ahora que se acerca el fin del mundo, le reconoce por correspondencia que aún lo quiere. Dodge y Penny se embarcan en un road trip del fin del mundo para encontrar a la antigua novia y tratar de llevar a Penny con sus padres.

 

El desarrollo es previsible, en el que veremos cómo se entabla una relación entre dos personas aparentemente con nada en absoluto en común. Pero el que se acerque el fin del mundo, como cuando uno está cerca de la muerte, relativiza mucho las cosas y hace reflexionar a los protagonistas por cómo han llevado su vida y lo que verdaderamente les ha importado.

Como digo, la historia es previsible, pero realmente emocionante o emotiva, y en el final se resuelve de una manera bastante elegante. A mí me pareció una comedia muy light pero original en lo que a la introducción del fin del mundo respecta, y con buen gusto en su definición de dos personas que vivían solas sin darse cuenta y que finalmente se enfrentan a ello.

sábado, 27 de julio de 2013

Sinister (2012)


Una de las películas de terror más populares del año pasado del director de “El exorcismo de Emily Rose” (2005), Scott Derrickson. Yo lo que puedo decir es que vaya película más desagradable. Es terror, sí, pero de ese que no busca tanto asustarnos sino ponernos de mal rollo. Y para ello utiliza diferentes tácticas, su enrevesado argumento, unas imágenes especialmente seleccionadas de crueles asesinatos, una escenografía oscura y un ambiente incómodo, y sobre todo una banda sonora acorde con todo lo anterior, que quizás es lo que yo más resaltaría.
 

Ethan Hawke es Ellison Oswalt, un autor controvertido que ha tenido algún éxito escribiendo sobre crímenes sin resolver, con lo que se ha ganado muchos lectores, pero también detractores, al anteponer sus ventas a la resolución de los casos o de la imagen de la policía involucrada en la investigación de los mismos. Acaba de mudarse a una casa en la que se cometió un asesinato no resuelto, aunque su familia no lo sabe, y ya de entrada su esposa nos deja entrever que no es la primera vez que el autor hace alguna cosa parecida, anteponiendo su éxito personal a la ética o incluso al bienestar de su familia. Un éxito que, por lo visto, es cada vez más escaso y más deseado, volviendo a Ellison un personaje ansioso por encontrar algo sucio y oscuro que contar a pesar de los riesgos aparentes, y evidentes, que se esfuerza por ignorar en esta historia. En efecto, el escritor encontrará algo muy oscuro y diabólico detrás de una serie de asesinatos grabados en unas películas en super-8 que encuentra en la casa, algo que aparece desde el principio del film.

Esta es la típica película que quiere ser terrorífica y morbosa. Pretende ser repulsiva y generar malestar del  tipo visual y también a través de miedo hacia algo oculto, pero sin embargo es un batiburrillo de ideas, algunas de ellas muy poco creíbles que no acaban de encajar entre sí. Al final, y no lo voy a desvelar, existe una explicación que justifica lo ocurrido en la casa, pero es de esas hiper-rebuscadas que no tendrían sentido en ningún contexto salvo para una película de pseudo-terror que quiere sorprender con un giro final. El (lo diré de nuevo) pseudo-éxito de la película estriba en su trasfondo ahogante y oscuro, en la soledad del protagonista en la casa, y repito, en su banda sonora, pero falla en la coherencia y solidez de su argumento, que quiere abarcar mucho pero aprieta poco. La aportación de Ethan Hawke al género tampoco es de sus mejores trabajos. Sinister aterra en algunas escenas, y si se busca eso tiene algo de acierto, pero como historia de terror queda un poco floja y enrevesada.

martes, 23 de julio de 2013

Alice in Chains - "The devil put dinosaurs here" (2013)


Segundo disco tras el retorno de la banda sin Layne Staley, y bastante esperado por cierto dado el gran nivel del disco anterior “Black gives way to blue”. Mucho se ha hablado de lo que es AIC sin Layne, que era tan carismático en su forma de interpretar la música, único en su registro y aportaba un toque de amargura incluso rayando en un aire demencial, pero que tan bien encajaba dentro del sonido de la banda. Dicho sonido es la huella dactilar de Jerry Cantrell y su forma de tocar la guitarra, que ya cantaba entonces, aunque sin ser la voz principal, pero era el compositor de las canciones. Ahora, Alice in Chains sigue sonando para mí a lo mismo que antes, aunque evidentemente le falta algo que no se puede reemplazar aunque colabore ahora otro cantante como es William DuVall.
 
 

Y en ese sentido el disco anterior era muy bueno, con algunas canciones de primerísimo nivel y algunas como esa “Check my brain” con un toque insano de guitarra confirmando que la banda mantenía su sello. Este disco, sin canciones tan directas, pienso que sigue el mismo camino. “Stone” es la canción que heredaría esta personalidad de la que estamos hablando (y es el temazo del disco), pero todas las demás son tal vez para escuchar más tiempo y acabar disfrutando más pausadamente. “The devil put dinosaurs here” es una que va entrando un poco después, y la que da título al disco, con un mensaje irónico sobre el diablo manejando el devenir de la existencia o la propia humanidad, lo que sustenta una crítica a la religión y a las cosas que nos creemos como paradigma porque alguna organización nos lo hace pensar así. 

Es cierto que Alice in Chains no es una banda de radiohits, aunque en los 90, cuando este rollo “molaba”, sí que tuvieron unos cuantos en una difusión hoy impensable en los medios musicales que padecemos, digo que tenemos, o tal vez que no tenemos. Pero en cambio, este disco no dista en el nivel de su composición y su sonido en otros anteriores, evidentemente salvando las distancias de la presencia de Layne Staley, por lo que no tiene ningún sentido establecer diferencias en este aspecto. William DuVall está más integrado ahora en la banda, en la que sigue cantando Cantrell como voz principal. También hay quien dice que este disco es más suave que el anterior, y la verdad que no acabo de ver dónde. Es un disco largo (67 minutos) y denso, para escuchar mucho y meterse bien en las canciones, para disfrutar con el paso de los años, esos que te siguen gustando tiempo después.