Star Trek: En la oscuridad (2013)

Si hay los que se decantan más por la mitología de Star Wars o la de Star Trek, yo pertenezco claramente a los primeros, aunque no soy un fan acérrimo de la saga y mucho menos de la trilogía más moderna. En el caso de Star Trek, he visto algunas películas antiguas, pero no las he visto decenas de veces como alguna de Star Wars. Vamos, que no me llaméis Trekkie ni nada de eso, porque tampoco suelo salir a hacer senderismo al campo.

 

No obstante, el tráiler de esta nueva entrega de Star Trek me llamó poderosamente la atención y la elegí para ir al cine por encima de otras, cosa que no había hecho nunca con la franquicia y menos con el último ciclo de películas (horrorosas). Para ello me preparé previamente viendo Star Trek (2009), que es una precuela de la saga centrándose en la juventud del Capitán Kirk (Chris Pine) y el Comandante Spock (Zachary Quinto, conocido por los amantes de las series por su papel de Sylar en Héroes o sus papeles en American Horror Story), cuando comienzan sus aventuras a bordo del Enterprise. El hecho de que J.J. Abrams fuera el director puede ser un plus para algunos o un stop para otros (recordemos "Perdidos" y su último episodio), pero lo cierto es que había visto "Super 8" y a mí particularmente me hizo pasar un buen rato (ver reseña).

 

Ya Star Trek (2009) me pareció más que digna, una película de aventuras al uso, con muchos de los aciertos de los años 80, pues no niego que J. J. Abrams sea un claro seguidor de la escuela de Spielberg, pero también con la velocidad y la espectacularidad de hoy en día. Por tanto, para un amante de las películas de ciencia-ficción y particularmente las espaciales esta cambio de rumbo dado por Abrams (y los guionistas/productores de "Perdidos" o "Fringe", Lindelof, Kurtzman y Orci, estos dos últimos se supone que harán las películas de "Locke & Key"!!) es un must-see.

 

Sobre esa base, me planté en el cine con expectativas, y debo reconocer que "En la oscuridad" es una gran película de acción-ciencia ficción-aventuras, con mucho ritmo, divertida y espectacular. Podemos debatir si el argumento es filosófico o no o si se utilizan detalles de películas anteriores. Vale, pero dentro del género, y siendo una superproducción como es, creo que Star Trek: En la oscuridad es un gran entretenimiento, y una de las películas visualmente más impactantes de los últimos años (ese final llegando a la tierra, y la pelea de Spock sobre el vehículo).

 

 

No merece la pena contar mucho del argumento, pues si te gustan este tipo de películas no te la puedes perder. Inicio a lo "Indiana Jones", típico Spielbergiano, Kirk y Spock deben elegir entre salvar una civilización de la muerte o del inocente y conveniente aislamiento que tienen las civilizaciones menos avanzadas tecnológicamente. Esta aventura, los llevará a enfrentarse y perder la nave Enterprise, aunque posteriormente se irán reconduciendo hacia ella a medida que una nueva amenaza se enfrenta a la federación: un misterioso personaje capaz de los horrores más terribles (interpretado por Benedict Cumberbatch, o Sherlock Holmes en su serie).

 

Abría esta reseña con la comparación entre Star Wars y Star Trek, pero visto que Abrams se ha confirmado como director de la próxima trilogía de la primera, habrá que seguir haciendo comparaciones de todos los colores. Disney al poder. Me pregunto si en esta trilogía en vez de Chewbacca o Jar jar Binks saldrá un pato vestido de marinero o un ratón de ojos saltones que apenas hablen. Ya veremos. De momento Star Trek es una buena opción para este verano.