After Earth (2013)

Soy fan del cine de ciencia-ficción como el que más, o sea que este tipo de películas procuro no perdérmelas aunque se me haya pasado verlas en el cine. Y tampoco espero que sean todas obras maestras, pero en algún momento hay que exigir un mínimo de coherencia argumental, que en este caso no se ha conseguido. Se trata de una historia de Will Smith para lucimiento del papel del personaje de su hijo en la película y en la vida real, y dirigida por M. Night Shyamalan, que últimamente hace aguas, pero que no voy a ir contra él porque podemos dirigir las críticas a la historia de Smith.

 

La especie humana explotó tanto el planeta que tuvo que abandonar la Tierra y dirigirse a otro planeta habitable, Nova Prime, donde "ciertos alienígenas" llamados Skrel han enviado a unos seres asesinos y monstruosos llamados ursas para eliminar a los humanos y expulsarlos del planeta. Estos ursa huelen el miedo (las feromonas liberadas), con lo que la única forma de acabar con ellos es no tener miedo, cosa que se conoce como la fantasmación (toma fantasmada).

 

 

 

Mil años después, nos centramos en los protagonistas son Cypher Raige (Will Smith), un reputado general (el primero en fantasmar; no voy a hacer el chiste), y su hijo Kitai, que está en la academia militar intentando convertirse en ranger. Ante todo, la historia es muy corta en profundidad, pues el único driver es ver cómo Kitai quiere convertirse en ranger y no es aceptado y su, por otro lado, autoritario padre se lo lleva a un viaje espacial para conocerlo mejor y pasar tiempo con él. Como en tantas otras películas norteamericanas, pesa mucho el concepto del honor militar, cosa que se entiende dado el argumento, pero que ya estamos algunos bastante saturados de este tema y encontrarlo en una película futurista nos cansa aún más.

 

La nave se estrella (curiosamente) en la Tierra, abandonada mil años después, quedando Cypher malherido y debiendo Kitai cumplir la misión de enviar un mensaje de rescate, para lo que tendrá que explorar el entorno hostil y encontrar una baliza de emergencia. Y aquí es donde empiezan y abundan las incoherencias. "Cuidado Kitai, porque los seres de este planeta han evolucionado para eliminar al ser humano". Claro, todo el mundo sabe que en mil años es período más que suficiente para que cualquier especie evolucione. Por eso el ser humano desde la edad media hasta hoy estamos en un nivel muy superior, jajajajajaja. Aún así, es lógico que las especies se adapten al entorno y condicionen su evolución a un ser que ya no está presente en el medio. Aplausos Sr. Smith.

 

Así, veremos una especie de pumas con cresta, águilas gigantes, serpientes voladoras y sanguijuelas mortíferas. En fin, sin más comentarios. Pero para acabar de arreglarlo resulta que el ser humano ya no está acostumbrado a la composición del aire de la Tierra (más aplausos) y que se producen variaciones bruscas de temperatura (y casi inmediatas) entre el día y la noche, pasando de temperatura agradable a temperaturas bajo cero y congelación del entorno. Cierto es que esto puede ocurrir en los desiertos pero en los bosques...... Estaciones de 8 horas!!! Si eso fuera así la vegetación no resistiría.... Pero bueno, para consuelo del espectador el águila muere congelada por salvar a Kitai pero ojo, que en su nido hecho de ramitas no le pasaba nunca nada durante la noche.

 

Incongruencias insalvables aparte, la película tiene una muy bella factura, combinando efectos y tecnología futuristas con hermosos paisajes naturales, tal vez lo mejor de ella. Después de todo, el film trata sobre la superación del miedo, cosa que tiene algo de sentido, pero todo lo demás hace que no nos la podamos tomar en serio. Comparada con su coetánea "Oblivion", me quedo con la segunda, que tampoco fue una obra maestra, pero como novela de ciencia ficción estaba más elaborada y me dejó mejor sabor de boca.  

 

Película previsible, incongruente, infantil, bella y olvidable. De los actores ni hablamos, quizás lo mejor el águila (que además está hecha por ordenador).

 

Seguiremos esperando sorpresas en el terreno de la ciencia-ficción. Los amantes del género somos un poco masoquistas, pero de vez en cuando nos llevamos alegrías. No con After Earth.