jueves, 20 de enero de 2011

1984 (G. Orwell)

Acabo de leer este clásico, llevaba tiempo pensando hacerlo y ahora que estaba haciendome una saga política (Crónicas Birmanas, Pyongyang, V de Vendetta) creí que era el momento más adecuado. La película ya la había visto y sabía más o menos la historia pero el libro había que leerlo.

La novela la escribió George Orwell hacia 1947-1948, o sea que era futurista. Es una ficción sobre un mundo imaginario futuro donde la sociedad cambia bruscamente hacia un estado totalitario que anula absolutamente a los individuos y que siempre está en guerra con el enemigo vecino. Los estados totalitarios en los que se basa podrían ser el régimen nazi o el comunismo ruso, pero realmente es algo más genérico, más conceptual y llevado al extremo. Aún así, muchas de las ideas que plantea se basan en hechos reales, vivencias personales del autor, que pudo recabar al haber dividido su residencia en sitios como Birmania, Londres, París e incluso en España durante la Guerra Civil.



El planteamiento es sencillo, se trata de una sociedad donde todos están observados y controlados por cámaras, vigilados por el Gran Hermano, que es un ente realmente impersonal bajo el que se esconde la dureza del régimen. Los ciudadanos que pertenecen al Partido, están obligados a trabajar y a no pensar en el por qué de las cosas, a no observar su nivel de vida lamentable, sino a apoyar al régimen, a amar al Gran Hermano y a convivir con las mentiras que reciben. No sólo eso, sino a creérselas y ser felices por cosas que les cuentan como que cada vez les van a dar más comida, cuando realmente es evidente que se trata de todo lo contrario. La guerra continua contra un enemigo invisible no parece (a ojos del lector) sino una terrible distracción. Los ciudadanos más concienciados, activistas y apasionados con el Partido son los mejor vistos, aunque no reciben un mejor trato por ello. Al revés, si se sospecha que alguien es un disidente, aunque sólo sea de pensamiento (existe la policía del pensamiento para evitar los crímenes mentales), lo más probable es que acabe siendo "evaporado". En este sentido se utiliza la denuncia por parte de los conciudadanos, en especial los niños, lo que da un toque terrorífico, sobre todo porque guarda relación con algunos hechos históricos reales.

En medio de esta decadencia, y de la ceguera obligada, se encuentra Winston, una persona cualquiera que piensa que algo no encaja, que ha debido existir un pasado mejor y que debería existir un futuro mejor. Winston está obligado a guardar silencio y aparentar que está a favor del Partido como todos, porque de otro modo sería detectado y ajusticiado inmediatamente. Las cámaras del Gran Hermano están por todas partes. También existen los proletarios, fuera del Partido, y que llevan una vida aún más miserable pero menos controlada, por tanto son más ignorantes y viven algo más felices. Winston opina que el futuro está en ellos.

Bien, hasta aquí voy a contar, no voy a seguir, pero tengo que decir que el libro me ha parecido una gran obra, con una carga política brutal, es un grito de protesta hacia el sueño en que los políticos nos quieren hacer vivir para que no nos enteremos de nada. Y el enfoque filosófico-moral-político es abrumador. Las guerras están para malgastar las ganancias conseguidas con el trabajo, y que ello permita que sigan existiendo diferencias sociales, de modo que haya gente que ostente el poder por el placer de hacerlo.

Realmente opino que en el mundo en general no ha pasado lo que plantea este libro (en algunos sitios posiblemente sí, Korea del Norte?, Birmania?, ...),  de forma tan evidente, pero sí que las situaciones generadas en las diferentes sociedades o en la comunidad global están muy cerca de algunos planteamientos. La mentira, la ingenuidad, otra vez la mentira, y la impunidad. Y así llevamos siglos y siglos que vendrán.

El futuro estaba en los proles, decía Winston, en la educación de las sociedades, pero a día de hoy, más de medio planeta no goza de las posibilidades de una buena educación, y el mundo lo controlan economías globalizadas, corporaciones que manejan gobiernos, que hacen que los individuos sean demasiado pequeños como para poder hacer nada, si es que son capaces de leer entre líneas. Y hay muchos entretenimientos para perder el tiempo leyendo... en el libro son las guerras, en la vida real también, pero puede ser el fútbol, las discusiones políticas triviales en vez de las relevantes, o Belén Esteban.

Bueno, este libro no es nada nuevo, y sé que más de la mitad de los que leen este blog ya lo han leído, pero igualmente dejo esta recomendación. Me parece un libro de una fortaleza narrativa aplastante, de una concentración de ideas, con una claridad y una agresividad tremendas. Ayer vi la película, 1984 (1984) de Michael Radford (aunque ahora he descubierto que hay más versiones), y la verdad que se hace muy lenta (película lenta: esa que te duermes de aburrimiento), y eso que es muy fiel al libro. Quizás la película no es capaz de reflejar todos los conceptos e ideas que se describen en el libro, se queda muy corta, no alcanza ese estado de ánimo y esa reivindicación de la libertad que persigue Winston.

En la estupenda Wikipedia estoy viendo que hay otras novelas antiutópicas, llamadas distópicas, como esta: Un mundo feliz (Aldous Huxley) y Farenheit 451 (Ray Bradbury). Puede que lea alguna. Se da la circunstancia divertida de que yo iba en el tren el domingo acabando 1984 y la chica que se sentaba a mi lado venía leyendo Un mundo feliz. Y, por otra parte, he estado buscando adaptaciones al comic de novelas de Ray Bradbury recientemente (el genial Kent Williams entre otros). Casualidades de la vida.

1984 es un clásico, como decía al principio. Sin embargo, como le ocurre a Winston, no te aporta nada nuevo que no hayas podido intuir por tí mismo si has estado un poco atento, si has prestado atención, como dice la letra de 2+2 = 5 de Radiohead.

6 comentarios:

  1. 1984 es uno de mis libros favoritos, pero se ha escrito tanto de lo bueno que es que voy a referirme a lo (único) que no me gusta. Me refiero al momento (hablo de memoria) en que el protagonista y la chica son detenidos y empieza el tramo final del relato, con los interrogatorios, las torturas, etc. En ese momento, los protagonistas descubren que toda nueva esperanza es imposible y que todo en lo que creían estaba planteado sobre un gigantesco engaño: era mentira que el Señor Charrington fuera su confidente, era mentira que nadie los observara en su habitación, era mentira que O'Brien fuera un líder de la resistencia, etc. Pues bien, todas esas mentiras había sido inculcadas al lector de manera muy desleal por parte de Orwell, por ejemplo, si O'Brien era, en realidad, un líder del partido, ¿para qué educar primero a Winston como un enemigo en vez eliminarlo a las primeras de cambio? ¿qué necesidad había de que éste les entregara un libro explicando las causas de la resistencia? Por supuesto, veo como imprescindible para la novela que Winston y el lector conocieran determinados capítulos de ese libro pero hubiera sido más congruente que Winston obtuviera este libro por otra vía. Lo que creo es que Orwell da a su novela un enfoque cinematográfico para generar una sospresa en el lector con la misma gratuidad que muchos guiones de cine. De hecho, el momento en el que todo esto se revela es muy cinematográfico, con el golpe de efecto "visual" de un cuadro cayendo al suelo y descubriendo una cámara, y éste es el error de Orwell, utilizar recursos cinematográficos para que su libro funcionara como novela (considero que 1984 no es una novela al uso, sino un ensayo novelizado).

    En cuanto a la vigencia ideológica de la novela, es indudablemente una obra genial. Desde que se escribió se le suele citar casi siempre a propósito de los estados más totalitarios, pero también nos alerta acerca de cada pequeña dudosa intención de cualquier gobierno, incluso de las llamadas "democracias". Un ejemplo que me ha llamado recientemente la atención, y sobre el que insiste Jesús Encinar en su blog, es el de la ministra Sinde, quien no se ha arrugado lo más mínimo después de que Wikileaks revelara que su ley para controlar internet es fruto de las presiones del gobierno norteamericano. La ministra se ha vendido a la industria y quiere aprobar una ley que tendría consecuencias nefastas para el acceso libre al conocimiento y para la difusión de la cultura. Y su ministerio se hace llamar "Ministerio de Cultura". Recordemos las enseñanzas de Orwell: el "Ministerio de la Paz" para mantener la guerra, el "Ministerio del Amor" para fomentar el odio y el "Ministerio de la Verdad" para propagar la mentira.

    Por cierto, muy buena entrada, pero me parece poco afortunada la foto de la película que has puesto. Leyendo la novela se tiene (al menos en mi caso) una imagen del Gran Hermano que se parece muy poco a la que ofrece Michael Radford en el cine, es una imagen mental que es muy difícil hacer física, de hecho creo que es un error que un director de cine lo muestre, debería quedar en off, es como querer ponerle cara a dios.

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  2. Gracias por tu comentario.

    Yo también había pensado en qué necesidad tenía O´Brien en hacerse pasar por miembro de la resistencia si ya había detectado que Winston era un disidente. Como tú apuntas, creo que es necesario para encarrilar el hilo de la historia hacia el lector, pero por otro lado parece que O´Brian en el fondo es un romántico, que disfruta viendo a Winston despertar a la verdad. De hecho, Winston le pregunta "¿a tí también te han cogido?", y él le contesta "a mí me cogieron hace mucho tiempo". Esta respuesta me hace pensar que tal vez O´Brian fuese un Winston reconvertido con mucho éxito y que incluso llegó a ser miembro del partido interior. Por momentos, no tengo claro si O´Brien también ve cinco dedos o sólo pretende hacer que los demás los vean. Una de dos, o ha sido sometido a un proceso de tortura similar, para que él también los vea y ame al gran hermano, o bien es uno de esos oligarcas que ama el poder y para ello hace sufrir a los demás. No es que sea consciente de la verdad o las mentiras, sino que él las dicta. Si es este segundo caso, O´Brian además se apasiona con todo el proceso de Winston: el despertar, y el lavado de cerebro posterior. O´Brian es así Dios, puede hacer con Winston lo que quiera porque éste es un muñeco. Originalmente éste es un "hermano" cualquiera, creyente de cualquier cosa, que luego duda. O´Brian es capaz de hacerle creer primero que hay una resistencia y luego de lo contrario, que no la hay. Fue él quien escribió el libro de Goldstein. Es el poder absoluto. Manipulación sin límites del individuo. Poder convertir lo blanco en negro y luego en blanco otra vez.

    En cuanto a los recursos cinematográficos que mencionas, puede ser, de hecho el momento en que son descubiertos y se desencadena el proceso de "conversión" es realmente brusco.

    Hablando de los casos reales que coinciden con las ideas del libro, de nuestros políticos, me parece muy acertado lo que dices del Ministerio de Cultura, no lo había pensado. También tenemos el Ministerio de Igualdad, que se encarga de las desigualdades.

    La foto que he puesto, por poner algo hombre. Como te dije yo vi primero la película, o sea que inevitablemente ya me imaginaba todo tal como se muestra en ella.

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  3. creo que estamos deacuerdo en todo los tres asi que no hay debate, solo una cosa
    ¨no te aporta nada nuevo que no hayas podido intuir por tí mismo si has estado un poco atento, si has prestado atención, como dice la letra de 2+2 = 5 de Radiohead¨
    te puedo asegurar que la mayoria de la gente no es consciente de nada de eso, en mi circulo de gente diaria (gente sin mucha cultura y estudios) esto les suena a ciencia ficcion y muy alejado del interes verdaderamente importante, el futbol.
    es evidente que como dice manolo , en las ''democracias'' modernas pasa mucho de lo que cuanta el libro y lo de verdad importante es que no se esconden, demostrando asi el menosprecio a nuestra inteligencia, algo que es muy insultante la verdad.
    te recomiendo fahrenheit 451 de truffaut, gran pelicula , no se que opinara el guru del cine manuè.

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  4. Wesley, está claro que el Salvame no está diseñado para gente crítica. Bueno sí, que me disculpen los críticos con Jesulín de Ubrique.

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  5. Orwell era un anticomunista y antisoviético, pagado por la CIA para escribir este libro que desprestigia al socialismo marxista. Dicho esto, la novela es muy interesante. Como interesante es el hecho de que las sociedades capitalistas son más parecidas al mundo pesadillesco de 1984 de lo que lo pudieron ser los paises comunistas.

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